¿Por qué comprar ropa de segunda mano?

La realidad es que en StopOcasión no se vende ropa de segunda mano. Nuestro catálogo de venta se compone de vehículos de ocasión, muebles, herramientas, artículos de decoración, electrodomésticos y productos para el deporte o el ocio.

Ahora bien, también es una realidad que el mercado de la ropa de segunda mano tiene bastante en común con el de otros productos de ocasión, suficiente razón para abordar el tema en este post.

Recientemente leíamos en un periódico de tirada nacional el caso de una periodista que había decidido renunciar a comprar ropa nueva, durante un período de doce meses, por una cuestión de conciencia. Lo hacía desde el convencimiento de que la ropa nueva, y particularmente la ropa nueva barata —comprada en las grandes cadenas de distribución de moda que todos conocemos— no formaba parte del comercio justo. Entendía que si una prenda determinada era tan exageradamente barata, se debía a que alguien, en algún punto de la cadena de producción, estaba teniendo que trabajar por un sueldo mísero. Si lo piensas, no le falta razón.

 

ropa de segunda mano

 

¿Cómo es posible de otro modo que se venda ropa a precios tan bajos, sabiendo que ésta se produce en países subdesarrollados tan lejanos? ¿Cuánto dinero ganan los empleados de las fábricas de India, o de China, para que podamos estrenar ropa cada temporada?

Aunque el consumo sea uno de los pilares de nuestra economía y uno de los motores del progreso, éste no siempre es justo. Para que nosotros “ganemos” con una buena compra, es posible que alguien esté “perdiendo”, con unas condiciones de trabajo muy mejorables.

Por ello, desde StopOcasión, queremos romper una lanza en favor del comercio justo. Comprar ropa de segunda mano es una forma de no alimentar una maquinaria de producción que en ocasiones puede ser cruel. Y lo mismo aplica a los coches, los electrodomésticos o los muebles. Tendemos demasiado al “usar y tirar” y nos gusta estrenar las cosas, pero a veces es más ético, sostenible e incluso interesante, aprender a reutilizar. Viva la segunda mano. ¡Viva los productos de ocasión!