Sofá de segunda mano; ¿merece la pena?
El sofá es una pieza bastante central en el mobiliario de cualquier vivienda, por lo que ha de elegirse sabiamente. Se pasan muchas horas del día en él y, además de ser cómodo, tiene que ser agradable para la vista y encajar con el resto de la decoración de la casa. Ahora bien, también es cierto que no es un mueble barato, por lo que hoy nos planteamos si comprar un sofá de segunda mano merece la pena, a pesar de los posibles inconvenientes.
Nuestra opinión es que sí; por supuesto que merece la pena comprar un sofá de segunda mano, siempre y cuando se tomen ciertas precauciones llegado el momento de elegirlo. Te las exponemos a continuación.
Comprar un sofá de segunda mano es una alternativa muy interesante
1.- Pruébalo antes de comprarlo. En este sentido, comprar un sofá de segunda mano no se diferencia en absoluto de comprarlo nuevo. Tienes que probarlo antes de comprarlo, y asegurarte de que es cómodo y adecuado para las personas que lo vayan a usar. ¿Tiene apoyo lumbar suficiente? ¿Resistirá a las embestidas y el maltrato de los niños? ¿Se subirá el perro? Tenlo todo en cuenta en cuanto a su comodidad y durabilidad.
2.- ¿El transporte está incluido? Cuando compras un sofá nuevo, es normal que te lo entreguen en casa, sin coste adicional. Asegúrate de que esto también sea así cuando compres en un establecimiento de segunda mano. Si estás comprando a un particular, no olvides negociar este apartado antes de zanjar la compraventa.
3.- Ten algo de visión e imaginación. Es normal que un sofá de segunda mano tenga el tapizado manchado, desgastado e incluso roto, pero no lo descartes por este motivo. Dependiendo del precio que consigas, tendrás margen suficiente para retapizar completamente el sofá, dejándolo como nuevo. Es, de hecho, una opción muy recomendable incluso aunque no haya desperfectos. Hará el sofá un poco más tuyo y es una medida de higiene.
4.- Por último, huye de los sofás de auto-montaje, porque una vez desmontados, suelen perder parte de su consistencia y nunca terminan de encajar bien en un segundo montaje. Nos referimos a los muebles que compras desmontados en diversas cajas y que ensamblas tú mismo en casa. Si vas a comprar un sofá de segunda mano, busca los que tengan una mejor calidad y consistencia. No te arrepentirás.